lunes, 30 de septiembre de 2013

Verdad

Del latín 'veritas', verdad, y ésta a su vez, de 'verus', adjetivo, "verdadero".

Hasta allí la certeza. Sobre el origen de 'verus', como no es de extrañar en este caso en concreto, los académicos no se ponen de acuerdo. 

Algunos lo traen del céltico 'war' "verdadero", o 'fir', otros del teutón 'waer', en todos los casos relacionados con formas de 'waeren', "ser".
Pero, ¿es posible que el latín no tuviera una palabra propia para indicar la idea de verdad, cuando tiene tantas para indicar lo que se desvía de ella?

En griego, como tampoco podía ser de otro modo, hay varias palabras para indicar diferentes matices de la verdad.

Tenemos en primer lugar los famosos 'etymos', "palabra verdadera" o 'alethés' "no-olvidado o pasado por alto" (es decir, fruto de una buena atención). Pero también, en la sofística y la filosofía encontramos una variedad de matices en expresiones tales como: 'orthós', "recto, correcto"; 'apseudés', "no-mentira"; 'namarteía', "no erradamente"... Y expresiones como 'ontôs', o 'tôi ônti', que como 'waeren', indican simplemente que algo "es".

Dicho a pie de página, aunque el latín paulatinamente irá bebiendo de la multitud de matices del griego, lo verdaderamente romano siempre aborreció de los "bizantinismos" de la cultura helena.

De hecho, en latín, cuesta encontrar una palabra para indicar "verdad" o sus matices que no sea derivada de "verum". Las que usan los romanos son, de hecho, de carácter mucho más práctico que las griegas:


1. 'Verum', dijimos, que indica que algo "es".
(Bonito si cambiamos "veritas" por "lo que es" en esta frase del evangelio)


2. 'Certum', que indica algo "resuelto, fruto de una decisión", de 'cerno', "decidir, emitir un juicio o una resolución, y (en otra acepción) ganar un combate".

3. Derivados de 'Res': "Asunto, cosa. Algo que se indica, se utiliza o se dice". De donde nuestra 'Realidad'.


Es de suponer que para un romano, "la idea de verdad" de la que antes hablábamos pueda ser algo poco útil (y, según como se vea, podríamos decir que una contradicción en los términos). En realidad, tal vez sea mucho mejor el simple pragmatismo romano que la complicación griega...